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Hace tres meses hablábamos sobre Pilar Tavera. La escritora modista que tejía sus historias, mientras se empeñaba en traer a la vieja Salamanca los aires nuevos de la mujer francesa, a través del establecimiento Modas de París.

Cuando escribí aquella entrada no disponía de los datos que tengo ahora.

Hace unas semanas recibí un amable correo de Alejandro Tavera García, sobrino nieto de Pilar Tavera. Gracias a la generosidad y el celo investigador de Alejandro Tavera, recuperamos hoy datos valiosos de la escritora y podemos conocerla mejor.

Pintura sobre tabla con la portada de la novela  Solo Por Amor, regalo para la escritora de su hermano, Alejandro Tavera Dómínguez.

Pintura sobre tabla con la portada de la novela Solo Por Amor  Regalo para la escritora de su hermano, Alejandro Tavera Domínguez.  12/10/1930. Fotografía perteneciente a Alejandro Tavera García

El nacimiento de Pilar Tavera hay que localizarlo entre enero y septiembre de 1887. Esta fecha nos da una perspectiva más exacta de la biografía que bosquejábamos en el artículo anterior:  a los veinte años trabaja de modista, a los veintinueve abre su tienda Modas de París y es a los cuarenta y uno cuando publica su primer texto, La Dama del Rubí. Es por tanto una escritora tardía que alumbra su exitosa primera novela en la cuarta década de su vida.

Recuperamos del álbum familiar, por cortesía de Alejandro Tavera dos fotografías de la escritora.

Pilar Tavera. Fotografía procedente de  la colección familiar de Alejandro Tavera García

Pilar Tavera. Fotografía procedente de  la colección familiar de Alejandro Tavera García

 

Pilar Tavera. Fotografía procedente de la colección familiar de Alejandro Tavera Garcia

Pilar Tavera. Fotografía procedente de la colección familiar de Alejandro Tavera Garcia

 

A la vuelta del segundo retrato descubrimos un texto de puño y letra de Pilar Tavera, que revela mucho de un sentido del humor que al principio sorprende, pero que sin embargo encaja perfectamente con el humor y la ironía que derrocha la escritora en  La protección del santo; relato que amablemente me ha hecho llegar Alejandro Tavera y que próximamente podréis leer en el blog.

 

Querida prima Filo te envío mi caricatura recíbela con tu acostumbrada benevolencia concediéndole al original un poco de cariño a cambio del puesto preferente que para ti guarda en su corazón tu prima.

En la anterior entrada, especulaba con la posibilidad de que Pilar Tavera pudiera haber abandonado Salamanca a partir de 1928. Pero su ausencia debió de ser sólo temporal. La historia familiar que recuerda hoy su sobrino nieto indica que Pilar Tavera vivió hasta la fecha de su muerte con su hermana Betsabé en Salamanca, en el número 13 de la calle Antonio Espinosa.

Betsabé Tavera. Fotografía perteneciente a la colección familiar de Alejandro Tavera García

Betsabé Tavera. Fotografía perteneciente a la colección familiar de Alejandro Tavera García

 

Qué tendrá Salamanca que enhechiza a visitantes y a autóctonos… También Pilar Tavera cayó bajo el embrujo de esta ciudad. A ella dedica un elogioso artículo: ¡Salamanca! y en Salamanca sitúa la escritora la acción del relato antes citado La protección del Santo. Ambos textos nos hablan de una escritora charra que no quiere disimular el amor que siente por su Salamanca.

La cronología de la obra de Pilar Tavera hasta ahora conocida quedaría así:

  • 1926 La dama del rubí (novela)
  • 1928 La protección del santo (relato)
  • 1930 Sólo por amor (novela)
  • 1933 ¡Salamanca! (artículo)
  • 1942 La golondrina de las alas rotas (novela)
  • 1943 Águila real (novela)

Pilar Tavera, la escritora de novelas de amor enamorada de su Salamanca, falleció en esta ciudad el 2 de septiembre de 1953 a los sesenta y seis años.

Recordatorio de fallecimiento. Archivo familiar Alejandro Tavera García

Recordatorio de fallecimiento. Archivo familiar Alejandro Tavera García

 

Sus novelas románticas, publicadas por la editorial Juventud, le dieron una popularidad que a la fuerza en una ciudad provinciana y pequeña como Salamanca debió de ser estruendosa. Y sin embargo de Pilar Tavera no queda en Salamanca el menor recuerdo. Por el transcurso de los años, quizá también por no pertenecer la escritora a las élites y “familias bien» de aquella Salamanca, y sin ninguna duda por la memoria histórica selectiva que tradicionalmente desdeña la aportación cultural de la mujer, Salamanca ha olvidado a Pilar Tavera.  Ni siquiera se guarda de ella el testimonio de su elogio a Salamanca, en una ciudad que desde siempre hace acopio de casi cualquier texto elogioso que sobre ella se imprime… Salamanca, una ciudad tan preciosa a veces como desagradecida.

Agradecimientos: a Alejandro Tavera García por toda la información facilitada, su paciencia y ayuda.

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