15 de Octubre de 1909.
Plaza Mayor de Salamanca.
19:30 de la tarde.
Un salmantino no identificado sale al centro ajardinado de la Plaza Mayor y escruta el firmamento. Su mirada se dirige a una luz extraña que no acierta a explicarse.
Los más curiosos tardan poco en alzar sus miradas en la misma dirección. Pronto, un extraño punto de luz está en boca de todos. El revuelo es tal que los reporteros de El Lábaro y El Adelanto llevan el avistamiento misterioso a las páginas de sus periódicos:
media Salamanca estaba en los jardines de la plaza, dirigiendo su vista a las alturas.
Da comienzo una animada investigación colectiva:
“¡No sé, no sé! ¡Parece que se mueve, que se eclipsa!
Un grupo de muchachos bautiza entre gritos el fenómeno:
«¡La estrella del rabo! ¡la estrella del rabo!
Un joven estudiante de preparatorio de Derecho carraspea y se pone muy serio antes de referirse a:
Esos mundos luminosos que tachonan la inmensidad del espacio.
El afectado prólogo del estudiante es el pie perfecto para la intervención de los más duchos en temas espaciales. Uno afirma que el punto luminoso es Marte, otro lo niega y dice que es Aldebarán. Los dos se enzarzan en un contencioso acerca de:
la opacidad y la claridad de los planetas
Un tercero corta la discusión: ni es Marte ni Aldebarán ni estrella alguna de la galaxia. Esa luz es ni más ni menos un globo dirigible. Fundamenta su teoría en las noticias de los periódicos, por los que se ha enterado de que el famoso aeronauta Santos Dumont está pasando unos días en una finca de la provincia, Arauzo, propiedad del marqués de Ivanrey.
A lo mejor por la espectacularidad de los inventos de Dumont y la esperanza de poder contar que se ha visto uno de cerca, los partidarios de la teoría del globo aumentan.
pues para ser globo está muy quieto.
Aún así, a la teoría del globo se apunta también “un señor muy serio y muy formal” que hasta afirma haber visto con unos gemelos la barquilla del dirigible. Otro le secunda explicando que lo más probable es que sea del aeroclub de Madrid. Los dos reciben miradas de incredulidad.
—Mire usted que esa luz no es natural
—Sí, pero esa inmovilidad no es de globo.
Como nadie está seguro de si lo que están viendo es Marte, Aldebarán, un globo o a saber qué extraño objeto volante, los entregados reporteros de El Adelanto abandonan la Plaza Mayor decididos a resolver el misterio. Se encaminan al observatorio espacial instalado en el Instituto de Enseñanza Media —actual patio de Escuelas Menores—.
Un inciso: ¿tenemos hoy en día observatorios espaciales en los Institutos? Dejo la pregunta ahí y me voy corriendo al patio de Escuelas a ver qué hacen los periodistas de El Adelanto.
Es el día de santa Teresa, es festivo, y el Instituto está cerrado. A los intrépidos reporteros se les ocurre colarse a través de la vivienda del conserje. Pero también está cerrada a cal y canto, porque ese día se casa su hija y toda la familia está fuera. No hay forma de acceder al observatorio.
Al día siguiente los redactores de El Lábaro publican su postura respecto al misterio. Dictaminan que el punto luminoso es el planeta Marte. Y de propina regañan a sus lectores por no tener la cultura cósmica que corresponde a ciudadanos de la erudita Salamanca.
Los reporteros de El Adelanto con un sentido del humor más estelar, menos dados a regañar lectores y a dar por cierta una explicación que ellos no han podido probar, prefieren dejar el misterio sin resolver y cierran el artículo con un:
En fin, que la cosa está en el aire.
Seguramente he visto mucha tele, mucho Expediente X, mucha peli de ciencia ficción, pero algo raro parece que el planeta Marte sorprenda de repente con su presencia a media ciudad… —voy a tomarme la libertad de añadir otro trío de puntos suspensivos, que no siempre se tiene la oportunidad de hacerlo—…
Dos meses después, El Lábaro, persevera en su tono de escepticismo sideral y cuenta así otro hecho extraño acontecido en Roma:
“POR PASAR EL RATO
Roma la grande.
¿Se acuerdan ustedes de lo que nos pasó aquí en Roma la chica con lo del globo luminoso, cuando salió la gente a las aceras de la Plaza, a mirar al cielo, y descubrimos… al planeta Marte?
Pues ahora acaba de ocurrir una cosa parecida en Roma la grande, la auténtica.
Han salido las gentes a la calle, se ha detenido la circulación de carruajes, han descubierto un punto blanco, luminoso, en el azul del cielo, y han dicho si sería un globo dirigible.
Lo mismo exactamente que nosotros, los de la plaza Mayor de Salamanca.
Tienen los romanos una razón en su favor, para la extrañeza. El punto luminoso lo vieron a la luz del día.
Ya era para dudar si sería un planeta.
Los sabios de Roma han enseñado a las gentes que el punto luminoso es el planeta Venus.
Definitivamente he visto mucha tele, porque cualquiera que en sus tiempos —o cuando ha tenido tiempo— haya echado aunque sea un pequeño vistazo a historias, películas de OVNIS sabe que el planeta Venus es la excusa más utilizada para disimular conspiraciones y naves extraterrestres…Llegados a este punto, por pasar el rato: ¿y lo del Área 51 cómo sigue? ¿Alguien sabe si se han desclasificado ya sus actividades?
Y ya que estamos, ¿volveremos a ver juntos a Mulder y Scully en una nueva entrega de Expediente X?…
Cualquier información que tengáis no dudéis en comunicarla. Aunque sólo sea por pasar el rato.
Iba a despedir la entrada con aquello de:
Desde la emisora de la Libertad nuestras esperanzas están con ustedes.
Pero me ha parecido un poco exagerado…
PD: ¿A ver quién se acuerda en dónde salía esa frase…? Hay que tener unos cuantos añitos para saber responder 😁 ¡Déjamelo en comentarios, que me hará ilusión saber que no soy la única mayorzota de por aquí 😜😉
BIBLIOGRAFÍA
- El Lábaro: 16 de octubre de 1909
- El Adelanto: 16 de octubre de 1909
- El Castellano: 10 de octubre de 1909
- La ilustración artística periódico semanal de literatura, artes y ciencias: 4 de septiembre de 1905
*Artículo publicado por primera vez el 8 de marzo de 2014. Actualizado el 22 de junio de 2024
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